Consejos para sentarse correctamente en el sofá
Aunque parezca una obviedad el hecho de sentarse correctamente en el sofá, casi todos adoptamos muchas veces posturas que, aunque nos resulten cómodas, pueden ser perjudiciales para nuestra columna o nuestras articulaciones. En consecuencia, el sofá, que es nuestro fiel compañero en los momentos de relax, puede convertirse en un enemigo para nuestra salud…
¿Cuál es la mejor postura?
La postura correcta a la hora de sentarse en el sofá es aquella que reparte el peso y la presión de una forma equilibrada con los pies en el suelo, piernas en ángulo recto con las rodillas separadas a la altura de la cadera, y la espalda erguida. Se trata, al fin y al cabo, de tomar conciencia corporal, de sentir si nuestro cuerpo está cómodo y evitar cargar zonas, musculatura y articulaciones más de la cuenta.
Muchas veces nos sentamos correctamente pero, tras un rato, terminamos torciéndonos y viciando la postura y adoptando posturas perjudiciales para nuestro cuerpo. Por lo tanto, en la medida de lo posible, deberemos buscar una simetría en nuestra forma de sentarnos en el sofá. De la misma manera, es aconsejable evitar estar en la misma posición durante mucho tiempo, por lo que recomendamos moverse cada cierto tiempo para no acumular tensiones innecesarias.
Puntos clave para una correcta postura
- Columna recta: lo más importante, puesto que es la zona que más sufre las malas posturas, es mantener la columna alineada y con una correcta curvatura para protegerla desde las cervicales hasta las lumbares. De esta forma, se repartirá mejor la carga o el peso y evitaremos tensiones corporales.
- Lumbares: es una de las zonas que más sobre en el sofá. Debemos poner atención a la hora de sentarnos y apoyar la zona lumbar contra el respaldo y apoyar los pies. Si nuestra columna se arquea en esta zona podemos utilizar un cojín para buscar una mayor comodidad.
- Cuello: los respaldos de los sofás hoy en día son, por norma general, algo más bajos, y hace que las cervicales se puedan cargar más. Al contrario, si el respaldo es demasiado alto, también podemos sentirnos incómodos por comprimir más la zona al apoyarnos. En cualquier caso, a la hora de sentarnos, debemos buscar la alineación de la columna a través de cojines para evitar cargas. Ni qué decir tiene que el hecho de estar en el sofá consultando el móvil, la tablet o utilizando el portátil incide en la postura y daña especialmente la zona del cuello y cervicales.
¿Qué sofá es mejor?
No hay una única respuesta para esta pregunta. Cada uno de nosotros somos diferentes y, por lo tanto, tenemos también necesidades diferentes. Como ya comentamos anteriormente en el post “Cómo elegir el sofá adecuado”, el sofá debe ajustarse a nuestra estatura en cuanto a fondo y altura del respaldo se refiere. De esta forma, un fondo adecuado permitirá que nos sentemos con la espalda apoyada en el respaldo descansando las lumbares, sin que nos cuelguen las piernas. Además, cada vez más, los sofas cuentan con refuerzos para acomodar mejor la postura y proteger los riñones. Por otro lado, la altura del respaldo tendrá que ser suficiente para sujetar las cervicales y el cuello.
¿Y si me tumbo?
Aunque tumbarse en el sofá es uno de los mayores placeres de la vida, los sofás no están diseñados para ello y pueden generar algunos desequilibrios en la postura y carga la zona lumbar, las cervicales o simplemente las articulaciones. Ni se nos ocurre deciros que nos tumbéis en el sofá, pero si hacer que lo hagáis de la forma más correcta pisible 😉 Por tanto, aconsejamos también el uso de cojines para equilibrar la postura y no descompensar el cuerpo, evitando así las consiguientes molestias y lesiones.
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